Algunas personas creen que la cirugía estética compensa malos hábitos alimenticios o que la liposucción es una técnica para adelgazar. La realidad es que la cirugía estética y los hábitos saludables (dieta, deporte y descanso) deben ir de la mano para obtener buenos resultados. Los pacientes con obesidad (aquellos con un índice de masa corporal por encima de 30) son malos candidatos a ningún tipo de cirugía plástica. Por el contrario, en estos pacientes se recomienda primero bajar de peso ya sea con dieta o con la ayuda de balón intragástrico. En pacientes con obesidades muy avanzadas se puede valorar la cirugía bariátrica, de la cual hemos hablado recientemente, o el innovador método POSE. La cirugía plástica aparece para tratar las secuelas que la obesidad deja en la piel, tales como exceso de piel en brazos, muslos, diástasis abdominal, papada, etc… mediante abdominoplastia, lifting de brazos, muslos, etc…
Otro tipo diferente de paciente es el que ya está en peso ideal, hace deporte, cuida la dieta, pero a pesar de eso no consigue definir sus abdominales, el famoso «six pack», o tiene grasa acumulada rebelde a cualquier dieta (cartucheras, michelines, papada, etc…). En estos casos podemos valorar la liposucción VASER o High Definition, que permitirán extirpar esos acúmulos de grasa rebeldes a la vez que mejorar la retracción de la piel.