Durante el embarazo el aumento de hormonas como la prolactina produce un aumento de tamaño de la glándula mamaria que produce a su vez un distensión de la piel. Después de un embarazo, cuando el estímulo de la prolactina y oxitocina cesan, la glándula mamaria se reduce de tamaño, quedando generalmente más pequeña que antes del embarazo y sobrando piel. La cirugía correctora del pecho después de los embarazos suele ser la mastopexia con implantes, mastopexia porque sobra piel y el pecho ha descendido, y con implantes para devolver el volumen mamario que se ha perdido. La pregunta habitual en consulta es cuándo hacer la intervención.
No existe una fecha o un periodo fijo que haya que esperar para hacer este tipo de intervención pero en general a los cirujanos plásticos nos gusta esperar al 4º mes depués de acabada la lactancia para plantear una cirugía estética mamaria. Otros compañeros recomiendan esperar 6 meses, incluso conozco algunos que recomiendan esperar hasta el año. ¿A qué se debe? La razón principal de esperar es poder predecir el tamaño definitivo del pecho y por tanto poder ajustar al máximo tanto el volumen del implante como la cantidad de piel que sobra. De esa manera, cuanto más tiempo ha pasado desde que acabó la lactancia materna, más estable es el volumen del pecho y más podremos ajustar el resultado en quirófano, cuanto menos esperemos, mayor posibilidad de que al año de la cirugía siga sobrando algo de piel y haya que hacer un «retoque».
Tenemos que recordar que el concepto de mastopexia con prótesis es dinámico ya que el pecho cambia con el tiempo, cambia con los cambios de peso, cambia con los embarazos, cambia simplemente con el peso de las prótesis…de manera que cualquier mastopexia es «retocable» con el paso del tiempo.