A modo de breve resumen, y haciendo una analogía con una torre tan famosa como la de Pisa, hay 3 estructuras importantes para una aspecto más joven y sano de la cara:
- Los cimientos, el hueso. Con los años nuestros huesos faciales cambian, algunas zonas que “abultan” de forma natural, “se encogen”. En otras palabras, los cimientos cambian. Un buen ejemplo de cimientos que cambian lo podemos encontrar en la torre de Pisa, que se inclina por un desequilibrio del suelo debajo de ella.
- Los pilares: los ligamentos que sujetan los huesos y los músculos a la piel (más bien dicho, es al revés). Si los pilares de sujeción se desplazan o se hacen más débiles, no hace falta explicar lo que le pasará a esa torre. Eso es lo que pasa con el paso de los años, los ligamentos se debilitan y permiten que lo que sujetan caiga.
- La cubierta, tejado y fachada: la grasa y piel que la recubre. La exposición al sol, a los cambios de temperatura o al tabaco van a estropear las tejas y los ladrillos de la casa, éstos se van a deslizar o caer o cambiar de color. El tejado de la torre puede acabar muy mal si no se cuida…sobre todo si las estructuras que los sostienen (pilares o cimientos) no se refuerzan.
Una de las herramientas de las que disponemos para poder reforzar los pilares que sujetan nuestros tejidos que caen son los hilos tensores. Los hilos tensores actúan como los tirantes de un puente colgante, como el de la bahía de San Francisco que todos tenemos en mente. Es decir, los hilos sustentan los tejidos como cuerdas que sujetan un puente que cuelga sobre un río.
La mayoría de las veces se colocan en asociación con tratamientos de relleno con ácido hialurónico o hidroxiapatita cálcica ya que la caída de los tejidos está en parte producida por la pérdida de tensión de los tejidos y, sobre todo, por su falta de volumen.
Los hilos se colocan en la parte más profunda de la piel, justo por encima de la grasa de la cara y actúan creando una cicatriz “buena”, estimulan la producción de colágeno que al contraerse tira de los tejidos hacia arriba (ya que lo que queremos es levantar).
¿Cómo se disponen?
Se introducen los hilos bajo la piel con distintos patrones:
- Se pueden distribuir formando una malla como si fuera la red de una portería de fútbol, esta manera de distribuirlos se utiliza en la zona de la mejilla más próxima a la mandíbula.
- Otra forma de distribuirlos es desde un único punto en varias direcciones, como si fuera un abanico. Este tipo de distribución se utiliza cuando queremos levantar la ceja o la mejilla
- Por último, se puede colocar en fila, como en el borde inferior de la mandíbula.
En resumen:
- Para rejuvenecer nuestra cara a veces no será suficiente con mejorar el aspecto de la piel si no que tendremos que actuar para tensar tejidos más profundos.
- Los hilos tensores son una buena opción en asociación con otros tratamientos como el ácido hialurónico para tonificar las estructuras de soporte y levantar los tejidos caídos de la cara.
- En ocasiones en las que se pueda predecir que los lifiting no quirúrgicos no serán capaces de satisfacer nuestras expectativas, será preciso que un cirujano plástico valore la realización de un lifting quirúrgico.
Dr Cesar Hita Antón, oftalmólogo especialista en cirugía palpebral en el Hospital Universitario de Torrejón y especialista en medicina estética. Miembro del equipo de CLÍNICA FORCADA.