Muchos pacientes nos solicitan ser operadas con sedación con la falsa idea de que la anestesia general es muy arriesgada. La anestesia general es una de los mayores avances del siglo XX. Consiste en la aplicación de tres fármacos, un hipnótico (propofol, por ejemplo), un analgésico (un derivado de la morfina) y un relajante muscular. Todos estos fármacos tienen una vida media en el organismo que depende principalmente de su metabolización en el hígado, pero todos ellos si se dejan de administrar, tarde o temprano dejan de hacer efecto y el paciente se despierta. No existe la posibilidad de no despertarse.
Vía aérea
El principal motivo por el que la anestesia general es más segura que la sedación es el control de la vía aérea. Por vía aérea nos referimos al control de la entrada de aire en los pulmones. En una anestesia general el anestesista controla mediante un respirador la entrada y salida de aire de los pulmones. Esto le permite medir el oxigeno que entra y más importante aún, el CO2 que sale. De esa manera se asegura que la oxigenación de nuestro organismo sea perfecta. En una sedación la respiración depende completamente del paciente, el anestesista no controla la respiración ya que no tenemos respirador. Los medicamentos hipnóticos y analgésicos tienen tendencia a «deprimir» el estímulo del organismo a respirar, lo que hace que una sedación sea más peligrosa que una anestesia general.
Intubación
Otro miedo que se tiene es la intubación. La intubación es la introducción de un tubo a través de la laringe que lleva aire a los pulmones. Es cierto que la presencia de ese tubo en la cirugía puede irritar las cuerdas vocales y que durante unos días tengas tos o sensación de carraspeo, pero también es cierto que el tubo es la mejor manera de controlar la vía aérea, especialmente si tenemos que operarte boca abajo. No obstante, la buena noticia es que para el 90% de las cirugías estéticas que realizamos no necesitamos el tubo, sino que utilizamos una mascarilla laríngea. La mascarilla laringea es un tubo mucho más corto, que no llega a introducirse en la laringe y por tanto no puede irritar las cuerdas vocales.
Medicación
La cantidad de analgésico (derivado de la morfina) que podemos utilizar en una sedación es menor que en una anestesia general ya que no tenemos control de la vía aérea. Por esa razón, durante una sedación puedes sentir dolor, mientras que en la anestesia general no.
Nauseas y vómitos
Los mórficos en algunos pacientes pueden producir nauseas o vómitos en el postoperatorio. Nosotros nos tomamos muy en serio este efecto secundario y nos anticipamos dando medicación que evita o minimiza esta posible complicación de la anestesia. Por tanto, si has tenido vómitos después de operarte deberías comentárnoslo antes de operarte, de esa manera ajustaremos la medicación al máximo. El antecedente de nauseas y vómitos no justifica indicar una sedación en vez de una anestesia general, la seguridad siempre debe ser lo primero.
RESUMEN
- La anestesia general es más segura que la sedación.
- Todos los pacientes se despiertan, no existe la posibilidad de quedarse dormido.
- El control de la vía aérea es el motivo que explica porqué es más segura la anestesia general.
- La gran mayoría de cirugías las hacemos con mascarilla laríngea sin necesidad de intubar y sin riesgo de irritar las cuerdas vocales.
- Nos tomamos muy en serio las nauseas y vómitos postoperatorios.